viernes, 25 de noviembre de 2011

Acerca del pensamiento militante

Este es el romance del pensamiento militante, de la aventura colectiva y unas pocas cosas más...

Frecuentemente la experiencia política queda atrapada en el callejón (¿sin salida?) de la correlación de fuerzas y descuida que las disputas de este tiempo transitan también por el camino de las ideas y los sentidos. La lucha no se dirime solo por los espacios de poder.

Ahora bien, la monopolización del sentido no puede quedar en manos de unos pocos, porque somos muchos los que venimos siendo parte de la conversación social. La interpretación del tiempo que transitamos se enriquece con múltiples verdades y puntos de vistas y se empobrece en la pretensión de unificar lecturas, de polarizar las posiciones.

El pensamiento militante es pensamiento-acción, es una posibilidad que se despliega en el vínculo intersubjetivo, allí, cuando nos imbricamos. Es activo, transformador, se recrea permantemente en las conversaciones, en las lecturas, es abierto, se anima a la autocrítica, busca nuevos interrogantes, interpreta, complejiza, no se limita a la reproducción automática, es generador, co-productor de sentidos y prácticas.

El pensamiento militante no pretende “acompañar”, ya que esto supone mirar desde afuera, sino más bien 'protagonizar' la revuelta de estos tiempos, ser parte de la masa descubridora de su potencia. El trabajo del pensamiento está en cruzar los puntos que se tejen con  los hilos de las palabras- apasionadas, imprecisas, balbuceadas – y con ellas trazar líneas, crear formas, sentidos y prácticas. El pensamiento no tiene dioses ni maestros iluminados que lo autorizan  a pensar, a qué pensar. La confianza y el motor están en la comunicación entre pares, en el entendimiento colectivo.

Quienes integramos este colectivo político no pretendemos ser la vanguardia de nada más que nuestras posibilidades, a las que no pensamos renunciar en el altar de la falsa antinomia: pensamiento o acción. La reposición del pensamiento en la experiencia política y social es tarea de todos, no se trata de privatizarlo ni confinarlo como propiedad de los que 'piensan' en contraposición a los que 'hacen' Pensar es hacer, al comunicarnos accionamos, nos ligamos, hacemos lazo, nos ponemos en relación, construimos comunidad. Nuestro pensamiento es praxis, porque se anima a cuestionar lo instituido, a reflexionar más allá de lo que se presenta como inexorable, poniendo en duda el orden dado y el continente que organiza y estructura nuestra percepción sensible del mundo que habitamos.

Así lo decía nuestro compañero John William Cooke: “...la teoría política no es una ciencia enigmática cuya jerarquía cabalística manejan unos pocos inciados, sino un instrumento de las masas para desatar la tremenda potencia contenida en ellas”.


Alejandra Rodríguez

1 comentario:

  1. Amigos de Pensamiento Militante

    Sin ninguna relación con el post, los integrantes del Colectivo Gastronómico de la Mesa de Autoayuda K los invitamos a cenar empanadas con vino de ferretería y café tibio, algo inexorable en nuestros encuentros, el martes próximo, junto a Gabi Michetti (lamentablemente también vamos a estar nosotros).

    http://mesadeautoayudak.blogspot.com/2011/11/cenando-con-gabi-cerruti.html

    Un abrazo,
    Rinconete

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